
Te abracé nuevamente
y con mis besos te arropé.
Me perdí un instante
en tus profundos ojos brillantes
y en tu sonrisa vibrante.
Era una despedida,
pero aún no lo sabía.
Desperté y te desvaneciste al instante.
Volví a dormir esperanzado en que aún te soñaría,
pero tu ausencia, fue mi pesadilla.
Morpheus Amorfo