Fe ciega

Me gustaría tener la certeza que tú tienes,
que todo tuvo un principio
y que tendrá un fin;
que a las causas siguen sus efectos,
que todo pasa por una razón;
que no hay mal que por bien no venga,
que hay un Dios, un Ser Superior.

Me gustaría tener esa fe ciega, que me de paz
en toda tribulación,
pensar que al final habrá justicia
para cada hombre o cada nación;
pero lo único que tengo
es el torbellino de la duda
su impulso y su desazón.

Morpheus Amorfo

El problema de Dios


Es ineludible para quien reflexiona sobre la existencia, el hacerlo sobre la de Dios, después de todo esta idea ha sido una de las más influyentes en la historia de la humanidad, ya que la noción de lo trascendente y sobrenatural en sus múltiples variantes fue uno de los factores que impulsó a los reducidos grupos humanos primitivos a reunirse en sociedades más complejas formando civilizaciones e imperios propiciando así, el progreso humano. Esta idea, posiblemente innata, que en un inicio se manifestaba en la divinización de los fenómenos naturales, incomprensibles para el hombre de ese tiempo, evolucionó a la concepción más común, monoteísta y antropomórfica de las religiones judeocristianas actuales. Los religiosos o creyentes más dogmáticos considerarán el cuestionamiento, si no blasfemo o pecaminoso, tal vez innecesario, pues la respuesta es obvia; por su parte, los ateos también considerarán la pregunta como algo banal, la respuesta es obvia; en cambio, los escépticos se preguntarán ¿y cómo saben? y los agnósticos dirán que no es posible saber o quizá no le den mucha importancia. Y este es precisamente, el problema de Dios, el Incognoscible, el Indemostrable, quizá… el Inexistente.

Al Mustafkir

Triálogo

¡Eso que me dices no tiene lógica, no me convence!
¡Y lo que tú me dictas no lo siento, no me emociona!
¡Yo no se de qué hablan, no encuentro en ello ningún placer ni satisfacción!

¡Tú sólo deseas placer!
¡Y tú, eres un sentimental!
¡Ustedes no piensan ni razonan!

¡Ustedes sin mí, se mueren!
¡Ustedes si mí, no viven en verdad!
¡Y ustedes sin mí, no dialogarían jamás!

¡Los tres somos uno y uno somos tres!

Morpheus Amorfo

Libertad (Reflexión preliminar)

Mucha tinta y más sangre han corrido ya en aras de la libertad, al menos en pos de una idea de ella. Todos la enarbolan, pero nadie parece estar de acuerdo en qué consiste exactamente. Algunas naciones consideraron que la libertad era librarse del yugo de un monarca, sólo para transferirlo a un parlamento; otros, que era librarse del yugo extranjero, sólo para sufrir a manos de la opresión de un dictador nacional; algunos otros, consideraron que la libertad era librarse de la opresión del patrón capitalista, sólo para verse subyugados por la mano de hierro del partido comunista. Para otros la libertad ha significado expandir sus fronteras, su influencia y su dominio por todos los medios a su alcance hasta con violencia «compartir» su libertad por la fuerza. En el ámbito personal, la libertad también adquiere distintos matices y significados. Para algunos individuos la libertad es poder disfrutar de los bienes y distractores que su ingreso puede costear después del poco tiempo libre que su trabajo asalariado les deja. Para otros, la libertad consiste en no tener patrón, sino en serlo; dejar de ser esclavo empleado en una compañía sólo para convertirse en esclavos de la propia. Para muchas otras personas la libertad, aunque no ajena a los factores económicos, más bien consiste en poder decir lo que deseen, acudir a donde gusten y reunirse con quien quieran, utópicamente sin restricción alguna. Como hay obvias restricciones para esta libertad, algunos consideran que la única libertad posible es la de pensamiento. Pero incluso en este caso ¿en realidad somos libres o es sólo una ilusión conveniente?¿no son nuestros pensamientos solo una serie de reacciones electroquímicas que obedecen a las leyes físicas de causa y efecto? ¿En dónde está la libertad en un universo completamente causal?

Amistades

Las amistades como las flores, hay que cultivarlas porque se pueden marchitar. Pero así como con las flores, existe variedad; las hay frágiles y delicadas, con raíces cortas que requieren mucho cuidado y atención pues se marchitan con el primer temporal y las hay fuertes y con raíces profundas que perduran a pesar de todo.

Morpheus Amorfo