Adicción

Eres néctar que reconforta mi alma;
pero de mi desesperación causa,
cuando esta dosis diaria de ti me falta.
¿Serás veneno que corre por mis venas? ¿o dulce bálsamo que alivia de este corazón adolorido las penas?
Me confieso adicto, adicto al recuerdo que de ti conservo, de tu sonrisa y del brillo te tus ojos. Adicto a tu voz, lo único que de ti aún tengo. Adicto a ti, mi dosis diaria, a ti.

Morpheus Amorfo

Errante

Expulsado por los dioses o el destino de una remota patria hacia la cual ya no encuentro el camino.
Destinado a padecer de tu ausencia, separado de ti, pero aún así intuir tu presencia. 
Te busco en el placer y en el olvido, en la noche estrellada y en la gota de rocío. Te busco en todas partes y sólo encuentro la nada. 
No soy Adán desterrado ni Caín condenado, soy yo, sin ti en este mundo encadenado.

Morpheus Amorfo

¡Oh Muerte!

¡Sí!¡Nuevamente tú! ¡Oh muerte! ¡Ora maldita, ora bendita! ¿Serás el final de esta vida efímera y principio de una eterna o el fatal salto al vacío en un precipicio hacia la nada? ¿fin de un camino sin destino o principio de un nuevo horizonte desconocido? ¡Eres terror del que goza, alivio del que sufre, dulce para quien la desea y amarga para quien no la espera! ¡Oh Muerte!

Morpheus Amorfo

Lugares comunes

¡Sí, la poesía tiene lugares comunes!
El amor, la melancolía,
la ilusión, la desilusión,
la vida, la muerte, la paz… la guerra.
Es como una batalla cuyo escenario
es la basta campiña del drama humano
dónde los poetas, cual arrojados
caballeros armados
expresan lo que todas las almas sienten
en formas que pocas se atreven.
Sus palabras son lanzas y sus versos espadas
armas que esgrimen galopando
en el desbocado corcel de su intelecto
por montes y collados
de emociones y sentimientos encontrados
y dirigen sobre el sujeto y objeto de sus afectos
a veces con golpes certeros
y las más a intentos y yerros
Morpheus Amorfo

Ámame hoy

Ámame hoy, como si no hubiera un mañana 
porque mañana no se si esté aquí para ti.
Ámame hoy, porque hoy es cuando mi corazón sangra
y mañana quizá tan sólo quede una cicatriz.
Ámame hoy, que arde esta llama
porque mañana quizá solo queden cenizas pardas
Ámame hoy, porque sólo hoy existe, ayer ya no fue
y mañana, mañana tal vez...
Morpheus Amorfo

Mi poesía

Mi poesía es simple, llana… cotidiana;
no conoce de rima, métrica o tiempo
y confunde la prosa con el verso;
no conoce las encumbradas alturas de la fina lírica palaciega,
pletórica de imágenes, metáforas y figuras
ni el profundo pensamiento del filósofo de intelecto,
ni la estricta y refinada técnica de la cátedra o la academia;
tampoco tiene la creatividad de los arrabales, del barrio o del campo;
mi poesía es soneto clasemediero, simple, llano.., cotidiano.

Morpheus Amorfo

Tú también

Y es que tú también, ya tienes un nuevo amor,
de esto ya me he dado cuenta,
aunque no me causa sorpresa
pues se que vives insatisfecha
y buscas en sus brazos
lo que ya no encuentras en mis abrazos
y te quita el sueño, causándote desvelo,
mientras yo profundamente duermo;
con sus caricias te quedas lánguida y dormida
y ya de día, despiertas a sus brazos enseguida.
No sé qué te ofrece ni cuál tu afán
de estar con él a cada instante,
¿Es escape de la realidad encadenante?
¿o acaso fantasías de deseos insatisfechos?
No te preocupes, te comprendo,
no te juzgo, ni te culpo
y es que yo también… ya tengo un nuevo amor

Morpheus Amorfo

Corazón sangrante

El corazón que sangra por amor no sangra en vano, derrama ríos de deseos, sueños y anhelos; cada gota una palabra, una frase, unos versos;
en ocasiones, las pasiones se desbordan brotando a borbotones
y la sangre clama desde el fondo del estanque por alguien que la escuche y se apiade, entonces vienen los sedientos de amor agotados de deambular por desiertos y parajes desolados y beben, saciándose de deseos, sueños y pasiones sin que su sed se vea apaciguada y beben hasta que su corazón se derrama y sangra
y sangra por amor y no sangra en vano y sangra el corazón, el corazón, que sujeto en la mano.

Morpheus Amorfo