Extraviada

¡Ya la dábamos por muerta! y es que después de un mes de desaparecida quién pensaría que regresaría, pero lo hizo. ¿En dónde se habrá metido? ¿habrá perdido el camino de regreso a la casa y se la pasaría deambulando extraviada por las colonias aledañas? quizá alguien pensó que era callejera y que no tenía familia y la retuvo en su casa, esto es lo más probable ya que para haber estado tanto tiempo perdida no se veía en tan malas condiciones. Seguramente alguien la adoptó y en la primera oportunidad huyó, al menos eso es lo que yo haría si estuviera en su lugar, claro a menos que se esté mejor con la nueva familia adoptiva que con la anterior, después de todo así son o al menos esa es la mala fama que tienen de ser unos convenencieros, generalmente te buscan cuando tienen hambre o sed o desean salir y eres el único medio para lograrlo, en muy contadas ocasiones parece que se acercan a ti sin una razón en particular más que la de demostrar cariño o más bien que se los demuestres y aún así sólo sea una forma de reafirmar su propiedad sobre nosotros. Así son los gatos… ¿o así somos nosotros?

Adicción

Eres néctar que reconforta mi alma;
pero de mi desesperación causa,
cuando esta dosis diaria de ti me falta.
¿Serás veneno que corre por mis venas? ¿o dulce bálsamo que alivia de este corazón adolorido las penas?
Me confieso adicto, adicto al recuerdo que de ti conservo, de tu sonrisa y del brillo te tus ojos. Adicto a tu voz, lo único que de ti aún tengo. Adicto a ti, mi dosis diaria, a ti.

Morpheus Amorfo

Errante

Expulsado por los dioses o el destino de una remota patria hacia la cual ya no encuentro el camino.
Destinado a padecer de tu ausencia, separado de ti, pero aún así intuir tu presencia. 
Te busco en el placer y en el olvido, en la noche estrellada y en la gota de rocío. Te busco en todas partes y sólo encuentro la nada. 
No soy Adán desterrado ni Caín condenado, soy yo, sin ti en este mundo encadenado.

Morpheus Amorfo

¡Oh Muerte!

¡Sí!¡Nuevamente tú! ¡Oh muerte! ¡Ora maldita, ora bendita! ¿Serás el final de esta vida efímera y principio de una eterna o el fatal salto al vacío en un precipicio hacia la nada? ¿fin de un camino sin destino o principio de un nuevo horizonte desconocido? ¡Eres terror del que goza, alivio del que sufre, dulce para quien la desea y amarga para quien no la espera! ¡Oh Muerte!

Morpheus Amorfo

Lugares comunes

¡Sí, la poesía tiene lugares comunes!
El amor, la melancolía,
la ilusión, la desilusión,
la vida, la muerte, la paz… la guerra.
Es como una batalla cuyo escenario
es la basta campiña del drama humano
dónde los poetas, cual arrojados
caballeros armados
expresan lo que todas las almas sienten
en formas que pocas se atreven.
Sus palabras son lanzas y sus versos espadas
armas que esgrimen galopando
en el desbocado corcel de su intelecto
por montes y collados
de emociones y sentimientos encontrados
y dirigen sobre el sujeto y objeto de sus afectos
a veces con golpes certeros
y las más a intentos y yerros
Morpheus Amorfo

Más allá en la penumbra

Aquí es donde solíamos pasear, salíamos a caminar al menos dos veces al día, lo recuerdo bien. A veces todavía lo veo deambular por aquí a las horas crepusculares y quiero jugar con él, así como solíamos; arrojar y traer, arrojar y traer, pero parece perdido, sólo camina por la misma vía como buscando algo sin encontrarlo, parece que no me ve pero cuando le ofrezco éste hueso largo para jugar derrama una lágrima y continúa su deambular hasta más allá en la penumbra.

Triálogo

¡Eso que me dices no tiene lógica, no me convence!
¡Y lo que tú me dictas no lo siento, no me emociona!
¡Yo no se de qué hablan, no encuentro en ello ningún placer ni satisfacción!

¡Tú sólo deseas placer!
¡Y tú, eres un sentimental!
¡Ustedes no piensan ni razonan!

¡Ustedes sin mí, se mueren!
¡Ustedes si mí, no viven en verdad!
¡Y ustedes sin mí, no dialogarían jamás!

¡Los tres somos uno y uno somos tres!

Morpheus Amorfo

Ámame hoy

Ámame hoy, como si no hubiera un mañana 
porque mañana no se si esté aquí para ti.
Ámame hoy, porque hoy es cuando mi corazón sangra
y mañana quizá tan sólo quede una cicatriz.
Ámame hoy, que arde esta llama
porque mañana quizá solo queden cenizas pardas
Ámame hoy, porque sólo hoy existe, ayer ya no fue
y mañana, mañana tal vez...
Morpheus Amorfo

Imperiosa necedad

Siento la imperiosa necedad de escribir, no sé por qué. Quizá sólo así pueda experimentar plenamente esa ilusoria sensación qué es la libertad. Necedad, en tanto lo que escribo no persigue un fin útil en sí mismo, si no simplemente ser lo que es y lo que el vaivén del pensamiento, ora estructurado ora amorfo, dicta en esa interminable e inmensa ola de impulsos que obedecen a causas desconocidas. Necedad en cuanto que la escritura difícilmente refleja con fidelidad esta avalancha de imágenes, ideas, sensaciones y emociones. Necedad en cuanto poco hay que se escriba que no se haya escrito ya de una u otra forma. Necedad en cuanto que después de realizado no se encuentra en ello plena satisfacción, ni contento; sólo se encuentra sin sentido e imperfección. En fin necedad vital, necedad de necedades…