
Ya nadie se acuerda de los muertos,
¿será la muerte el olvido de uno mismo?
Si así fuese, hay quienes estando vivos ya han muerto
y quienes estando muertos aún viven.
Morpheus Amorfo
Ya nadie se acuerda de los muertos,
¿será la muerte el olvido de uno mismo?
Si así fuese, hay quienes estando vivos ya han muerto
y quienes estando muertos aún viven.
Morpheus Amorfo
Estoy tan pegado a mi carne
que lo único que me mueve
es el miedo a la muerte.
Estoy tan pegado a mi carne
que ya no sueño
que vuelo en el aire.
Estoy tan pegado a mi carne
que ella manda
y mi mente obedece.
Es embarazo,
instrumento,
prisión
y olvido.
Morpheus Amorfo
Mi rostro es de piedra:
frío, sombrío…
endurecido por la indiferencia;
callado, inexpresivo…
enmudecido por el olvido;
estoico, inamovible…
resquebrajado por el tiempo;
formado con tierra,
forjado con fuego,
templado con agua,
y de frente al viento…
Morpheus Amorfo
Te abracé nuevamente
y con mis besos te arropé.
Me perdí un instante
en tus profundos ojos brillantes
y en tu sonrisa vibrante.
Era una despedida,
pero aún no lo sabía.
Desperté y te desvaneciste al instante.
Volví a dormir esperanzado en que aún te soñaría,
pero tu ausencia, fue mi pesadilla.
Morpheus Amorfo
En la hora crepuscular no se distingue el bien del mal,
la conciencia adormilada y la razón obnubilada
es dominada por el instinto animal.
Busca lo que desea, obtiene lo que le place y le satisface
poco importa si es necesario, sensato o razonable
fantasía, sueño o disparate.
Medio dormido, medio despierto en total desconcierto
cuando la razón por fin recobra conocimiento
y la conciencia juzga con más acierto.
¿Qué has hecho animal salvaje?! ¡Pobre de ti!
¿Cómo has podido traer esta ruina sobre mí?
… fue tan solo un fugaz recuerdo de ti.
Morpheus Amorfo
¿Qué queda de todo aquello?
Solo un placer culposo,
efímero deleite,
breve instante de adictivo gozo;
Irreflexivo y primordial dislate,
instinto entronado
¿Qué será cuándo se acabe
cual corcel desbocado
que después de correr se desvanece
ya cansado?
Morpheus Amorfo
Muchos temas hay que en verso y rima se pueden expresar;
que si la patria, que si la jungla o que si la campiña;
el pueblo, el circo, la feria… la guerra, la rapiña,
religión, política, gobierno…
o lo bello de la música o del cuerpo,
pero la poesía es egoísta, habla del ego,
del yo y del mí, yo y mi sentimiento,
de mi corazón y mí pensamiento;
mi fantasía, mi anhelo, mi desgracia…
habla de ti y de mí, del yo y mi ego.
Morpheus Amorfo
Si mañana muero, ¿Qué quedará de mí? ¿Un recuerdo, una frase… un verso? Solo cenizas que arrastra el viento dispersándolas a lo largo y ancho de este árido desierto; condenadas al olvido… ni cielo, ni purgatorio, ni infierno, más allá de todo esto… la nada… Eso quedará de mí. Pero si acaso tú te acordaras de mí, por ti moriría hoy, porque ya nada me importaría mañana, la nada ya no será para mí.
Morpheus Amorfo
A veces escribo poesía y es que a veces, me acuerdo de ti;
y no sé si escribo por pasión o melancolía,
o con la remota esperanza, que tú algún día,
te acuerdes de mí.
Quizá escribo por esta herida que no sana
y que a veces, aún sangra
y escribo con esta sangre que brota de mí,
puros recuerdos, recuerdos sobre ti.
Morpheus Amorfo
¿Por qué te dedico mi poesía?
Porque no la escribo yo,
la escribes tú;
yo soy solo un instrumento,
una veleta al capricho de tu aliento,
un médium poseído por tu recuerdo,
un barco sin timón ni puerto
que se mece al vaivén de las embravecidas olas del sentimiento;
te dedico mi poesía,
es tuya… y no mía.
Morpheus Amorfo