
Los cuervos saben,
ven al mundo con ojos agudos,
desde lo alto y al ras del suelo.
Codician los objetos humanos,
los hurtan y esconden;
ellos saben lo que valen para nosotros
y lo que no valen para ellos.
Ellos siempre han estado observando,
desde antes que fuéramos lo que somos;
nos estudian, nos analizan, nos conocen,
sus ojos agudos penetran nuestra mente.
Entienden más de nosotros que nosotros mismos,
los cuervos saben lo que saben,
los cuervos saben lo que nosotros no sabemos.
Morpheus Amorfo